De inmediato empecé a transpirar. “Ya sabe qué hacer; busque un vínculo entre Venus y Orión, y mire también en los años 9791 a.C. y 9793 a.C.”
“¡Lo voy a encontrar!”
Con un fresco coraje, él inició su búsqueda. Luego de haber trabajado en la computadora todas las noches por una semana entera hasta bien entrada la medianoche, me telefoneó: “Patrick, creo que encontré una clave”.
Mi corazón dio un brinco y le dije a los gritos: “¡Dígame ya, no puedo seguir esperando!”
“Después de tres días de trabajo encontré el fenómeno de Venus mientras hacía un giro retrógrado planetario detrás de Géminis y encima de Orión, al final del año 9.792 a.C. Luego de eso, lo estudié sistemáticamente. Desde esa fecha hasta el presente, esto ha sucedido varias veces, ¡y también se produce en el año 2.012!”
Con un tremendo entusiasmo grité por el teléfono: “¡Voy para allá de inmediato!”
De camino a la casa de Gino me sentía mareado, como si todo diera vueltas. Si lo que me había dicho, en efecto era correcto, entonces estábamos cerca de la solución y ya nadie podía dudar de los que nos aguarda.
Gino me dio la bienvenida con una amplia sonrisa y me mostró los impresos del trabajo. El primero era del año 9.792 a.C., y de hecho, en esa fecha Venus giró detrás de Géminis y en parte sobre Orión, como puede observarse en la figura 28. Luego de estudiarlo por algunos minutos, miré el giro de Venus en el año 2.012. Debido al prolongado lapso, pensé que la constelación de Orión iba a estar compuesta de manera diferente, pero no lo estaba. Por lo tanto, parecía muy similar, pero el movimiento de Venus se hallaba más a la derecha. Podía ser el código, pero yo ya empezaba a dudarlo: “¿Acaso Venus no hace ese movimiento en otros años?”
“Aproximadamente cada 250 años”.
“¡Qué código raro!”
“En efecto. Pero lo importante es que la precesión en casi 11.000 años no es la misma. Sólo en los años 9.792 a.C. y 2.012 la precesión es igual”.
¿Qué es un giro planetario retrógrado? La Tierra se mueve alrededor del Sol más lentamente que Venus. Es como si tuviera un giro planetario retrógrado contra las estrellas. En otras palabras, Venus hace un círculo en el cielo. El mismo principio funciona para los otros planetas. Aquí se aprecia un giro de Marte.
Había pasado una semana y Gino seguía observando su computadora en tanto yo pensaba y pensaba sobre la diferencia en los datos. Cuando de repente un pensamiento me asaltó. El código iba a ser descrito en el libro egipcio El libro de los muertos. Tomé las copias que Gino me había preparado del libro de Slosman. ¡Sí, allí estaba! Me preguntaba cómo era que no lo había pensado antes.
Pero en realidad no me pueden culpar a mí. La sagrada escritura de los egipcios estaba realizada de manera tan complicada, que había que estar familiarizado con los códigos astronómicos para poder hallarlos allí. Para que pueda seguir mi razonamiento, le ofreceré la traducción de los pasajes relevantes de El Libro de los muertos, de los egipcios (Le livre de l’au-delá de la vie). Léalo lenta y atentamente, trate de adoptar la antigua manera de pensar y lo logrará:
La consternación del increíble horror del catastrófico desastre, torna imposible el escape de la aterrorizada población. Eso es lo que dicen las palabras celestiales; luego de que los Dos Hermanos se mataron.
Explicación: La vida comenzó otra vez después de eso, en el curso del nuevo Sol; y los jóvenes volvieron a encontrar sus almas.
Y sus vidas, bajo la alta protección de los hijos de Isis y Nepthys, adoptaron sus imágenes celestiales, y entonces las nuevas generaciones iban a existir para siempre.
Así, los sobrevivientes de la catástrofe que provino del cielo están purificados, con el fin de cumplir las Órdenes que originalmente transmitió Osiris (Orión).
Ya conoce la historia que está leyendo, porque la destrucción sucedió. Isis, Nepthys, Horus y algunos cientos de sobrevivientes escaparon a la nueva patria, al “segundo corazón de Dios” (Ath-Ka-Ptha cambió por Aeguyptos en griego, y por Egipto en castellano). En especial la última oración de este verso nos llama la atención. Como puede observarse en el texto, literalmente dice que los sobrevivientes tienen que llevar a cabo las órdenes de Orión con minuciosidad y, luego de esto, para nosotros sigue el pasaje más importante del Libro de los Muertos.
El texto está casi todo escrito en rojo para remarcar su importancia. Fue en este texto donde hallé los códigos de la llegada de la destrucción. Sin el descubrimiento de Gino, yo no hubiera podido hacerlo. Léalo con atención, porque el mismo decide la vida y la muerte de miles de millones de personas.
Así, vivir bajo la bóveda estrellada, bajo las leyes de las combinaciones matemáticas, generadas por el verso celestial y sus importantes órdenes, los Mellizos, descendientes de los Dos Hermanos, gracias a Osiris (Orión)... Variante: La bóveda estrellada y sus importantes combinaciones, bajo el cielo, para que los Mellizos transmitan las importantes órdenes, las vidas de los descendientes y los hijos de los Dos Hermanos, se están agrupando bajo la misma devota atención. Otra variante: Los Dos Hijos de las Dos Tierras, nacidos en la segunda Tierra: Así, la bóveda estrellada es el reflejo de las elevadas órdenes importantes, que la Palabra Celestial deseó.
Y los descendientes de los Dos Hermanos, en presencia de la importancia de las órdenes, se convirtieron en los Mellizos de Osiris (Orión). Por eso, luego de la destrucción deseada por las combinaciones celestiales, para obtener el permiso del lugar, el viejo León se dio vuelta
siguiendo la orden de la Palabra, que le dijo que se diera vuelta.
Si está confundido no se avergüence, primero, permítanos comentarle lo que Albert Slosman escribió acerca de su traducción (Le livre de l’au-delá de la vie, página 199):
“Indudablemente, esta es la explicación más importante relacionada con el cambio del mundo estelar en el cielo. Y esto viene después del párrafo que está casi completamente escrito en rojo, para resaltar su importancia. El código está oculto al final del párrafo, de modo que la total relevancia de los efectos lo golpea directamente en la cara.
Este gran cataclismo se produjo el 27 de julio de 9.792 a.C. Corría la Era del León y la Tierra se dio vuelta en su eje. Y como escribió Heródoto: El Sol se cayó en el mar. Esto es así porque la Tierra empezó a girar en el sentido inverso, tal como sigue haciéndolo en nuestros días”.
Aun así, no significaba nada para mí antes de haber arribado a las claves de Gino. Lo había leído cientos de veces sin aprender una sola cosa. Pero una vez que uno conoce el código astronómico, lo puede obtener sin demasiado esfuerzo. Empecemos por el principio. En la primera línea se estipula la importancia de las combinaciones matemáticas y de las órdenes principales, las cuales están asentadas en verso. Más específicamente, trata acerca de los Mellizos, que son los descendientes de los dos hermanos de Orión. Al mirar los acontecimientos celestiales del año 9.792 a.C. el panorama se aclara rápidamente. En la simulación efectuada en la computadora, se ve a Orión; encima de ella, en un ángulo, está la estrella de los Mellizos (Géminis). En ese año. Venus hizo un giro planetario retrógrado de tres meses detrás del signo estelar de los Mellizos; esto se encuentra a la izquierda encima de Orión.
Cuando uno observa que esto sucede, de repente comprende el código. Lea la última oración, atentamente. Dice que el viejo León se dio vuelta, SIGUIENDO LA ORDEN DE LA PALABRA, QUE LE DIJO QUE SE DIERA VUELTA. ¡Esto dice que el campo magnético se revirtió!
En el verso se refieren a este giro; no cabe ninguna duda al respecto. Los Mellizos están conectados hasta cinco veces con los importantísimos códigos que ofrecen. Luego de haberme dado cuenta de esto, me quedé atónito.
Telefoneé a Gino.
“¡Encontramos el código!”, le dije casi gritando por el teléfono.
“¿A qué se refiere?”
“Venus hace un giro detrás de los Mellizos. Fíjese en la página 197 de la obra Le livre de l’au-delá de la vie, allí dice literalmente lo que usted ha encontrado”.
Françoise, la esposa de Gino, oyó mi voz cargada de excitación y tomó el libro. Se fijó en el lugar correcto y se produjo un silencio que duró más de un minuto. Entonces, oí que Gino emitía un silbido entre sus labios. Tiene razón, el patrón que encontré está descrito aquí. ¡Pero cómo lo hicieron! Más complicado hubiera sido imposible”, suspiró Gino, y yo podía oírlo leer todo otra vez.
Figura 29.
Venus hizo un giro retrógrado a la izquierda, encima de Orión, habiendo comenzado el 25 de noviembre de 9.792 a.C. Se quedó quieto en Géminis el 25 de diciembre de 9.792 a.C. y luego giró nuevamente hacia Orión.
Hizo una pausa para respirar y me preguntó: “¿Habrá más códigos ocultos en este libro?”
“Apuesto que los hay. Ahora que sé esto, definitivamente debemos hallar otros códigos. Pero, si todos son tan difíciles como este, entonces tardaremos años de estudio antes de poder encontrarlos”.
“Eso es exactamente lo que me gustaría hacer. Recuerde que sólo tenemos quince años antes de que todo se destruya; definitivamente debemos encontrarlos”.
“Si nuestro libro se convierte en un best-seller, entonces podremos dedicar todo el tiempo que deseemos a esta tarea”.
“Bueno, por ahora soñemos un poco”.
Gino rió y, mientras tanto, eché un vistazo al verso en el cual se describe la inminente destrucción. Entonces, de repente, comprendí algo. Otra vez había hallado un código importante. “¡Hay otro código allí! Lea la última oración con cuidado. ¡Dice que el viejo León se dio vuelta!”
Por unos instantes hubo silencio, entonces Gino dijo: “Es cierto, pero yo no veo el código”.
“Dice que el campo magnético se ha revertido. Como usted sabe, el zodíaco se movió desde Géminis a Cáncer y Leo, antes de la destrucción. En la Era de Leo se produjo la catástrofe. Luego de esto, el zodíaco siguió la ruta opuesta desde Leo a Géminis, a la Era de Piscis, en la cual estamos viviendo ahora y que pronto llegará a su fin”.
El zodíaco antes de la catástrofe: Géminis —> Cáncer —> Leo.
El zodíaco después de la catástrofe: Leo —> Cáncer —> Géminis —> Piscis.
Vi que mi razonamiento era correcto y continué: “Si miramos el movimiento de Venus, veremos que hace un giro de 360 grados. En la religión de los atlantes, esto significó que a partir de ese día, todo debía suceder en la dirección opuesta, como lo dice la sagrada escritura. Traducido a nuestro idioma, significa que el campo magnético de la Tierra había sufrido un viraje. El Polo Norte se convirtió en el Polo Sur; eso provocó la rotación del interior de la Tierra y es el responsable de la precesión por el zodíaco. Y a partir de ese día, la precesión tomó la dirección opuesta. Eso es lo que quisieron decir.
La interpretación correcta del símbolo de los dos leones, entonces, es la siguiente:
Figura 30.
El giro de Venus significa — proverbialmente— que el campo magnético de la Tierra se dio vuelta. En el lenguaje de la Atlántida: “El viejo León se dio vuelta, siguiendo la orden de la Palabra que le dijo que se diera vuelta”.
Sorprendido por este nuevo giro, Gino exclamó con entusiasmo: “¡Por supuesto, cómo no lo pensé yo mismo... usted es mejor de lo que creía!”
Secamente le respondí: “Se trata de la existencia continuada de la humanidad, si no hallamos la suficiente evidencia, nadie nos va a creer. Por ahora, todo en mí está trabajando a su máxima capacidad”.
Riendo, Gino contestó: “Lo mismo me pasa a mí; voy a la cama con esto y sigue allí cuando me levanto a la mañana”.
Aquí nuestra conversación se detuvo por un momento, luego yo continué: “¿Ya vio la página siguiente?”
Pude oír cómo daba vuelta la hoja y luego un suave murmullo. Esto es lo que leyó:
La importancia de las Palabras domina a las personas sobre la tierra. Esta importancia del verso garantiza un largo período de vida; y debe emplearse para hallar el fin de antemano.
Así escribe Ani, escriba que proviene de los sacerdotes, sirvientes de los más ancianos, bajo la orden de la voluntad de los más elevados de todos.
“Bueno, eso está lo suficientemente claro”, respondió Gino. “El código indica que la próxima catástrofe se producirá en el año 2.012 y será el fin de nuestra civilización, probablemente para siempre, si las plantas de energía nuclear se funden”.
Con un suspiro, tuve que asentir. “Esa es mi principal preocupación; yo temo lo peor”.
Entonces, nuestro diálogo regresó al tema que tenía en manos, y dije: “El siguiente verso menciona que hubo códigos en el cielo, por medio de los cuales ellos pudieron llegar a su segunda patria. Hasta ahora, no los he encontrado. ¿Usted puede ver algo?”
Durante dos minutos completos hubo un silencio en el teléfono, luego del cual Gino dijo: “No, por el momento no lo veo. Voy a tomar nota de esto; tal vez a su debido tiempo surja algo”.
“En los comentarios de Albert Slosman se afirma que debemos seguir la ley celestial y sus órdenes. Si no lo hacemos, se producirá un desastre mayor que el anterior. Pero, ya nos hemos puesto de acuerdo sobre ese”.
“Sí, por cierto”, fue la corta y desalentadora respuesta de Gino. Por unos instantes nos quedamos en silencio, aunque mi cerebro seguía trabajando. Entonces se me ocurrió que había más, mucho más. La catástrofe anterior había sido predicha basándose en acontecimientos anteriores. ¿Habrá Venus, en esa ocasión, hecho un giro encima de Orión?
Figura 31
Venus hará un giro planetario retrógrado a la derecha, encima de Orión, en la primavera y verano del año 2.012. Este es el código astronómico OPUESTO al anterior. Señala un cambio catastrófico en los campos magnéticos del Sol y de la Tierra.
“Por supuesto, pero olvidé la fecha”.
“El 21 de febrero de 21.312 a.C. parte de la Atlántida se esfumó bajo lo que entonces era el Polo Norte (ahora el Polo Sur). A esta catástrofe la acompañó una ola gigantesca. Más adelante, está escrito en los anales que 8.496 años antes de esa catástrofe, se produjo otra. Entonces, esa debe haber ocurrido en el año 29.808 a.C. Con las combinaciones matemáticas celestiales, ellos predijeron el día correcto del fin de la Atlántida. El mismo código debía estar presente entonces. ¿Piensa que podría encontrarlo?”
“Este programa sólo puede retroceder hasta el año 10.000 a.C., no más allá”.
“No me va a decir que ellos sabían más entonces que nosotros ahora”.
“Eso es exactamente lo que parece. Eran mucho más sofisticados y evolucionados de lo que pensamos y debo admitir que me sorprendió bastante”.
“¿No puede descifrar el programa y agrandarlo?”
“Es probable que pueda hacerlo, pero dudo que el resultado sea el correcto. Me temo que debemos esperar a tener más datos, luego de los cuales se pueda escribir un programa que pueda retroceder más en el tiempo”.
“Qué mala suerte” —murmuraba yo en silencio—, “ahora hemos quedado atascados”.
Los antiguos egipcios decodificaron las anteriores y las venideras reversiones polares, en sus textos religiosos y del renacimiento. Heredaron esta sabiduría de sus predecesores y la escribieron en un lenguaje esotérico. Nosotros descubrimos esta sapiencia de trascendental importancia, algo que despedaza nuestro conocimiento de la historia.
Nuestra investigación nos ha persuadido de que en El libro de los muertos se expresaba deliberadamente un idioma científico del tiempo de la precesión y una astronomía de alta tecnología. Este idioma derramará nueva luz sobre la enigmática civilización egipcia. Las coordenadas celestiales son tan extraordinarias, que no hay astrónomo en el mundo que pueda dudar de ellas. A lo largo de esta investigación hemos tratado de ajustamos a los hechos. Nadie nos va a creer que la próxima reversión polar se producirá en el año 2.012, si este código no es cierto.
Sólo en los últimos años la tecnología informática lo ha hecho posible para nosotros, para que pudiéramos reconstruir los antiguos cielos y ver los patrones que se desplegaron en nuestra búsqueda. Los monumentos de Giza y El libro de los muertos son un legado para la humanidad, y ellos revelan el secreto más importante de la humanidad, es decir, el fin del mundo. Luego de completar nuestra investigación arqueo astronómica, nos quedó una mayor sensación de los tremendos misterios del antiguo Egipto y de la historia de la Atlántida, una sensación de que su verdadera historia recién empieza a contarse. Al observar la precisión del movimiento de Venus detrás de Géminis y encima de Orión, sentimos que el propósito de los antiguos astrónomos era sublime.
Ellos hallaron el modo de decirnos, a miles de años en el futuro, que el final se aproxima. Y para ello usaron el idioma universal de las estrellas y los planetas, es decir, un círculo a la izquierda y otro a la derecha, encima de Orión. Su mensaje a través de las eras en un código estelar planetario tan simple y auto explicativo, que no se necesitan palabras para describir las cosas que sucederán.
Aquí informamos los hechos:
1) Los códigos que tenemos son los correctos: Venus hizo y hará un giro planetario retrógrado encima de Orión. Este está también detrás del signo estelar de Géminis.
2) Sólo en 9.792 a.C. y en 2.012 la precesión es igual. Debido a la misma, los otros movimientos por casi 12.000 años no son idénticos.
Nuestros hallazgos dejan en claro la necesidad de contar con un trabajo serio, que debe ser realizado por los astrónomos contemporáneos. Nosotros FIRMEMENTE PROCLAMAMOS que el giro retrógrado de Venus encima de Orión es el código correcto. Los astrónomos pueden verificar nuestro descubrimiento con los programas más modernos. ¡Ellos comprobarán que es único y que concuerda perfectamente con la traducción de Albert Slosman!
Albert Slosman hizo su traducción en 1979. Esa versión es la que usted puede leer aquí. Están todos invitados a verificarla. Él no tenía un programa de computación para buscar el código astronómico. Cualquiera que pueda demostrar que hemos traducido incorrectamente la obra de Slosman, puede quedarse con las regalías de este libro. Luego de estudiar su traducción, lea esto.
161 - AINSI VEURENT SOUS LA VOUTE CELESTE, DANS L’OBSERVANCE DES COMBINAISONS MATHEMATIQUES, ENGENDRES PAR LE VERBE DIVIN
162 - ET SES IMPORTANTS COMMANDEMENTS, LES JUMEAUX, CES DESCENDANTS DES DEUX-FRERES GRACE A OUSIR. AUTRE VARIANTE: Ainsi, la voûte céleste et ses Combinaisons importantes, pour devenir sous le ciel
163 - les importants commandements transmis par les Jumeaux, groupèrent les Vies des Descendants, des fils des Deux Frères, sous une même attention bienveillante. AUTRE VARIANTE: des Deux Fils des Deux Terres
164 - nés sur la Deuxième Terre: Ainsi, LA VOUTE CELESTE FUT LE REFLET DES IMPORTANTES COMBINAISONS D’EN-HAUT, VOULUES PAR LA PAROLE DIVINE. ET LES CADETS DES DEUX-FRERES, AINSI.
165 - devant l’importance des Commandements ils se firent Jumeaux pour Ousir. C’est pourquoi après l’Anéantissement voulu par les Combinaisons Divines pour permettre l’accession á la Demeure, l’Ancien Lion.
166 - se retourna, la Parole ordonnant á son avant d’être derrière!”
166 - L’importance des Paroles commande aux habitants du Pays. Cette IMPORTANCE du verbe perpétué la Vie et ce qui lui est propre pour prédéterminer la Fin!
167 - Ainsi écrit Ani, le Scribe descendant des Prêtres serviteurs de l’Aîné, aux ordres de la Volonté de l’Un-Primordial”.
Revenons plutôt á l’explication de ce verset très important qui mérite que l’on s’y arête du point de vue astronomique avec la Constellation du Lion. Car manifestement il s’agit d’une explication concernant le plus important changement dans les configurations astrales de notre ciel. Et elle vient après un paragraphe écrit presque entièrement en rouge qui montre l’extrême importance du texte, tout en cachant la fin de l’alinéa non pas pour en amoindrir la portee, mais plutôt par une crainte instinctive d’en décrire les effets!
Lors du Grand Cataclysme, survenu le 27 juillet 9.792 avant Christ, done dans ce que nous appelons pour les natifs “en Lion” où le Soleil durant son périple annuel y séjourne 30 jours environ. Mais le Soleil avançait aussi précessionnellement (durant plus de 2.000 ans) devant la constellation de Lion, la Terre bascule sur son axe. Et, comme l’écrivait Hérodote “le Soleil tomba dans la mer”. Ceci n’étant qu’une apparence puisque notre astre du joures “fixe”. Ce fut done notre globe qui se retourna sur lui-même et fit apparaître depuis ce jour mémorable le Soleil reculant dans l’Espace. Ce qu’il continué de faire encore aujourd’hui.